El pH se utiliza para controlar la calidad del agua producida en las diferentes etapas del tratamiento. El valor objetivo del pH dependerá del uso final previsto para el agua tratada, ya sea que el tratamiento sea de tipo biológico o químico. Por lo tanto, contar con un sistema confiable de regulación del pH es esencial para lograr resultados óptimos.
Un sistema típico incluye los siguientes componentes:
• Una solución de almacenamiento como silos, stand de vaciado de big bags o tolvas para costales.
• Sinfines dosificadores sin eje que permiten una dosificación precisa del producto.
• Un tornillo inyector con aislamiento, que protege el sistema de la humedad.
Dado que diferentes procesos requieren distintos niveles de alcalinidad, se pueden usar varios productos químicos para lograr el pH adecuado. Cada producto tiene una velocidad de reacción distinta, lo que influye en su capacidad de control.
Entre los principales productos utilizados para elevar la alcalinidad del agua se encuentran:
También conocida como hidróxido de calcio (Ca(OH)₂) o óxido de calcio (CaO), la cal es uno de los productos más usados para tratar aguas ácidas. Eleva el pH y la alcalinidad neutralizando los ácidos presentes. Además, ablanda el agua al precipitar minerales como el calcio y el magnesio, haciéndola más potable.
Una gran ventaja es su bajo costo en comparación con otros productos alcalinizantes.
La sosa cáustica o hidróxido de sodio (NaOH) es una base fuerte. Cambia el pH del agua de forma rápida y efectiva, acercándolo a un valor neutro. Sin embargo, es altamente corrosiva y peligrosa en altas concentraciones, por lo que requiere equipos de adecuados para proteger su personal
Además, es el producto más costoso entre los utilizados para este fin, sin embargo al trabajar a partir de sosa en escama o sosa en polvo con el equipo de preparación de sosa, permite reducir los costes de materia prima y preparar la concentración requerida.
La soda ash o carbonato de sodio (Na₂CO₃) es una opción menos agresiva. Se emplea especialmente cuando se necesita neutralizar el dióxido de carbono disuelto en el agua. La dosis depende de la concentración de CO₂, y suele añadirse gradualmente hasta alcanzar la alcalinidad deseada.
El hidróxido de magnesio (Mg(OH)₂) es una de las opciones más económicas y seguras para el ajuste de pH. Se obtiene al añadir cal al agua de mar.
Tiene una reactividad controlada que limita el pH máximo a alrededor de 8.5, lo que lo hace no tóxico, no corrosivo y seguro para el operador.
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